Tellina: ¿Conoces a este molusco filtrador con una concha diminuta que vive en la arena?
La Tellina, un pequeño pero intrépido miembro del mundo de los bivalvos, puede pasar desapercibida para el ojo inexperto. Con su concha lisa y ovalada, a menudo cubierta por una fina capa de arena, esta criatura se camufla a la perfección con su entorno marino. Pero no te dejes engañar por su aparente sencillez, la Tellina esconde un mundo fascinante de adaptaciones y estrategias de supervivencia que la convierten en un verdadero prodigio de la naturaleza.
Un vistazo al mundo de la Tellina:
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Clasificación: Reino Animalia, Filo Mollusca, Clase Bivalvia, Orden Veneroida, Familia Donacidae
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Hábitat: Costas arenosas de aguas poco profundas, generalmente en zonas intermareales.
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Distribución: Se encuentra en océanos y mares templados de todo el mundo, incluyendo el Atlántico, el Pacífico e incluso el Mediterráneo.
Características físicas:
La concha de la Tellina es una obra maestra de simplicidad y eficiencia. De color blanco opaco a marrón claro, su superficie lisa suele estar ornamentada con finas líneas concéntricas que evidencian su crecimiento gradual. El interior de la concha presenta un brillo nacarado sutil, testimonio de la presencia de capas de nacre, el mismo material que se encuentra en las perlas.
La Tellina posee un cuerpo blando y alargado, sin cabeza distintiva. Su única abertura es una pequeña boca rodeada por dos palpos, estructuras tentaculares que utilizan para filtrar partículas de alimento del agua. Estas criaturas carecen de ojos o de algún otro órgano sensorial aparente, pero parecen detectar cambios en la corriente de agua a través de la sensibilidad de sus tejidos.
Hábitos y estilo de vida:
La Tellina lleva una vida enterrada, pasando la mayor parte de su tiempo semienterrada en la arena con solo el extremo posterior de su concha visible. Este comportamiento les permite protegerse de depredadores y las fuertes corrientes marinas.
Para alimentarse, utilizan sus palpos para crear corrientes de agua que atraviesan su cuerpo. Estas corrientes capturan pequeñas algas, bacterias y otros organismos microscópicos que luego son transportados a la boca para ser digeridos. La Tellina es un filtrador muy eficiente, capaz de limpiar grandes cantidades de agua cada día.
Reproducción y ciclo de vida:
La reproducción de la Tellina es una danza fascinante de sincronización y transformación. Los individuos adultos liberan gametos (espermatozoides u óvulos) al agua durante eventos de desove masivo. Estos gametos se fusionan para formar larvas que, con su diminuta concha en desarrollo, flotan libremente en la columna de agua.
Las larvas se alimentan de plancton mientras se desarrollan gradualmente. Después de varias semanas, se depositan en el fondo marino y comienzan a construir sus propias conchas.
La Tellina alcanza la madurez sexual en un período de tiempo variable dependiendo de las condiciones ambientales, generalmente entre 1 y 2 años.
Tabla resumen de características:
Característica | Descripción |
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Tamaño | Varía según la especie, generalmente entre 5mm y 30mm |
Color | Blanco opaco a marrón claro |
Forma de la concha | Ovalada, lisa con líneas concéntricas finas |
Hábitat | Arenas de aguas poco profundas |
Alimentación | Filtro de alimento en suspensión |
| Reproducción | Desove masivo, larvas planctónicas |
La Tellina: Un indicador importante del ecosistema costero:
Aunque pequeña e insignificante a simple vista, la Tellina juega un papel crucial en el equilibrio del ecosistema marino. Al filtrar grandes cantidades de agua, ayudan a mantener la calidad del agua y a controlar las poblaciones de microorganismos. Además, sirven como alimento para otras criaturas marinas, contribuyendo a la cadena alimentaria.
La presencia de Tellinas puede ser un indicador de la salud del ecosistema costero. Una población densa de Tellina sugiere aguas limpias y abundantes nutrientes. Por otro lado, una disminución en su número podría señalar problemas de contaminación o degradación del hábitat.
Curiosidades sobre la Tellina:
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Algunas especies de Tellina son capaces de “saltar” cortas distancias a través de la arena gracias a contracciones musculares rápidas.
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Los fósiles de Tellinas se han encontrado en rocas sedimentarias de millones de años de antigüedad, lo que indica su larga historia evolutiva.
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Las conchas de Tellina se utilizan a veces como material decorativo o en joyería artesanal.
La próxima vez que visites la playa, tómate un momento para observar la fina capa de arena bajo tus pies. Puede que encuentres una pequeña concha lisa y ovalada, una prueba silenciosa del trabajo incansable de la Tellina. Aunque estos bivalvos pasen desapercibidos para muchos, su impacto en el ecosistema marino es invaluable.